MANIFIESTO 28J DE LA COORDINADORA 28J DE HUESCA
Visibles, hoy, aquí, ahora, personas todas, con diversas orientaciones sexuales, identidades y expresiones de género: lesbianas, gais, bisexuales, trans, intersexuales y a nuestro lado gente inclusiva, abierta y con ganas de tener una ciudad segura y libre , vivible y visible, nos manifestamos hoy con el objetivo de TRANS- formar Huesca con Orgullo.
Porque con orgullo nos visibilizamos y con nuestra visibilidad decimos alto y claro que nos queremos libres e iguales en nuestras diferencias y por ello exigimos respeto.
Un respeto que nace del orgullo de quienes nos decimos transmaribibolleras, un orgullo con el que reclamamos que no se nos señale, violente y agreda por ser como somos, sentir como lo hacemos, expresarnos como queremos, amar a quienes amamos o formar la familia que hemos decidido construir.
Desde la Coordinadora 28J de Huesca nos manifestamos hoy por quienes no pueden, por quienes hoy tienen miedo de salir del armario y de estar aquí, por quienes no pueden desarrollarse conforme a su identidad, por quienes deben controlar su pluma por el qué dirán, por quienes por miedo no se viven libremente, por quienes no cuentan con el apoyo de sus familiares, por quienes viven en el segundo armario del VIH.
Como ya sucedió con la primera manifestación del orgullo LGTBQI en Barcelona un día como hoy hace 41 años, salimos a las calles porque nadie nunca nos ha regalado nada y porque nuestros derechos, nuestra dignidad y nuestra libertad la hemos peleado a diario, peleándola en la calle, sufriendo la discriminación y la violencia en nuestras propias carnes, como hacia nuestros propios cuerpos e identidades las personas trans seguimos sufriendo la transfobia, el cisexismo, la persecución, el estigma y la patologización.
En un 2018 Liberación trans, por la autodeterminación del género, le recordamos a la Organización Mundial de la Salud que las personas trans no tenemos una incongruencia de género, pues el género es una construcción social.
El orgullo LGTBQI, siempre político y feminista, es desde hace muchos años una gran fiesta reivindicativa que empapa las ciudades de pluralismo, respeto, convivencia, inclusión y diversidad. Manifestaciones como la de hoy siguen siendo necesarias; imprescindibles para empoderarnos, para avanzar, para hacer de este mundo un lugar donde se acabe con la violencia y la discriminación legal y social contra cualquier ser humano y donde, en suma, todas las personas podamos desarrollarnos plenamente como seres humanos.
Las calles de Huesca han vivido un día histórico para el colectivo LGTBQI de la provincia. Por primera vez, una manifestación ha recorrido las calles de esta ciudad reivindicando la libertad a través de una manifestación de la inclusión, donde nadie sobra, donde todas las personas somos necesarias y a la que a todas, todos y todes les decimos: bienvenidas, bienvenidos, bienvenides.
El colectivo LGTBIQ no somos un colectivo uniforme y, como a todas las personas, nos atraviesan muchas realidades que debemos contemplar, proteger y amparar. Porque además de ser LGTBIQ somos jóvenes, o somos mayores, o somos personas migrantes, o somos personas racializadas, o vivimos con VIH, o contamos con alguna diversidad funcional, intelectual o sensorial, o venimos de otros países… A la vez, debemos tener en cuenta a todas aquellas personas que también sufren discriminación por asociación y que son todas aquellas que nos ayudan, nos apoyan y nos comprenden, en especial a nuestras familias.
Las calles de Huesca acaban de asistir a la primera manifestación de un 28 de junio, de un día del Orgullo, de la conmemoración de las revueltas de Stonewall, y lo han hecho gracias al impulso de muchas personas y organizaciones a las cuales desde aquí agradecemos su esfuerzo y su empeño. Gracias. Un orgullo, el de este jueves, que como todos los orgullos de todos los lugares del mundo cambian vidas y hacen entendernos, construirnos, cuidarnos, querernos y enseñar por qué luchar, por qué estar detrás de tantas pancartas. Un orgullo que refleja sueños y esperanzas, un orgullo crítico y reivindicativo, un orgullo feminista, un orgullo de la ciudadanía, un orgullo de la igualdad y la dignidad.
TRANS- formar Huesca con Orgullo es dar visibilidad a las personas invisibles y decirles “no estáis solas”, es reforzar a las visibles poniéndonos cara, es decir a las Instituciones que existimos y que deben esforzarse por hacer de esta provincia y de este municipio un lugar más decente, más libre, más democrático y más justo. TRANS- formar Huesca con Orgullo es reclamar a las Administraciones Públicas que para lograr una igualdad real y social se debe hacer mucho. Y además, aparentar que se hace; porque los gestos también son muy importantes y también los echamos en falta.
Orgullo oscense es el que nos da el tener que mirar más allá del presente y saber que tenemos la fortaleza para enfrentarnos todavía a situaciones extremas de vulneración de los derechos humanos en todo el mundo. Cientos, cómo cuantificarlas, miles de trabas que nos alejan del derecho a una vida libre de violencia y LGTBQIfobia. TRANS-formar esta ciudad y esta provincia pasa porque construyamos una sociedad libre de cualquier tipo de discriminación; TRANS- formar Huesca con Orgullo pasa porque se escuche y se atienda la reivindicación de abordar comprometidamente los derechos de nuestro colectivo.
Terminamos, visibles, aquí, hoy y ahora, y lo decimos claro: no vamos a parar. Vamos a seguir construyendo y vamos a seguir estando vigilantes y presentes, con nuestra pluma orgullosa, en la acera de enfrente conquistando y defendiendo derechos, TRANS- formando Huesca, con orgullo.
Muchas gracias.
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