Vuelta al cole sin bullying. El testimonio de Deli.

testimonio-1Hola, me llamo Deli, tengo 16 años y soy una mujer Pansexual muy orgullosa.

Yo siempre me crié en un ambiente heterocentrista y homofobico. De hecho, cuando yo era pequeña siempre me parecía horroroso que dos personas del mismo sexo se besaran en público. Por suerte, crecí y me di cuenta de que estaba equivocada.

Toda mi vida ha sido tranquila y muy alejada del mundo LGTB+ y en cuanto ‘salí del armario’ muchas personas que consideraba amigxs se esfumaron. Nunca entendí por qué las personas que conocía desde hacía tanto tiempo me volvieron la espalda.

En realidad nunca oculte quien era, lo que pasa es que nadie se lo cuestionó.

No di importancia al tema LGTBIQ+ hasta segundo de la E.S.O. cuando investigué por Internet y descubrí que no era bisexual como pensaba sino que yo me identificaba muchísimo más con otro término: Pansexual.

A parte de eso, indagué y busqué toda la información posible sobre orientaciones e identidades. Yo al ver cuántas había me quedé horrorizada de que nadie supiera de eso a mi alrededor.

Al día siguiente aparecí con esa información en mi clase y muchxs al principio solo lo ignoraron hasta que una persona me preguntó que si yo era de »esos», y al responder que yo me identificaba con el término Pansexual, me dí cuenta cómo poco a poco todas las personas de mi clase giraron su mirada hacia mi y con ello me vino una oleada de preguntas que tenían más carácter ofensivo que curioso.

Recuerdo que tuve que escapar de esas preguntas acusatorias que hacían sentirme muy incómoda: ‘¿Desde cuando lo eres?’ ‘¿Tus padres lo saben?’ ‘¿Y tu novio qué opina de esto?’ ‘¡Seguro que lo haces por moda!’ ‘¡Oye, pero no te enamores de mi!’ ‘¿Qué te gustan más los hombres o las mujeres?’ y un largo etc. Eran preguntas a las que yo no podía contestar o que incluso se me cuestionaban mis propias respuestas.

Esa semana estuvo lleno de miradas y cuchicheos a mis espaldas, sabía perfectamente que todo el mundo hablaba de aquello pero tenía la esperanza de que poco a poco todo se olvidara. Lo que más me dolió es que nada volvió a ser igual.

Todo el instituto se enteró y en ese momento todxs parecieron ponerse de acuerdo para no dirigirme la palabra, ignorarme o insultarme con algún comentario que otro del tipo: »Bollera» o »Si te comieras una buena polla esto no pasaría» ‘ o ‘¿follamos y así te quito esa tontería?»

testimonio-1-1Estas agresiones verbales se hicieron algo habitual en mi vida y jamás intenté defenderme porque me sentía muy sola, era todo el instituto contra mi.

También hubo una vez en la que en clase de Ética que salió el tema del día del orgullo LGTB y me sorprendió ver que casi toda mi clase estaba en contra de esto y yo, cabreada con ese tema, dije: ‘dejadme sentirme orgullosa de quien soy, solo os pido un día ya que yo aguanto vuestras procesiones religiosas y no me quejo’. En ese momento toda la clase se me tiró al cuello reivindicando su día del ‘orgullo hetero’ y entre esos argumentos, a mi parecer faltos de fundamento, se oyó: ‘Cómo va alguien a estar orgulloso de ser maricón’.

En ese momento sentí como si un cubo de agua fría me cayera en la cabeza y me pareció todo estúpido e irreal. Lo que menos me gustó es que la profesora nunca les dijo nada y yo solo permanecí callada esperando que se calmaran.

Recuerdo una vez que discutiendo sobre el tema de que el colectivo LGTB+ pudiera adoptar en el que mis compañerxs siempre me rebatían con el argumento de que los niños y las niñas iban a salir ‘maricones y bolleras’ a lo que les respondí que había nacido y crecido en una familia completamente homofóbica y heterosexual y que yo había nacido Pansexual a lo que ellas respondieron con mucha seguridad que yo estaba ‘enferma’ y que era una cosa mental.

Después de esta gran conversación se dedicaron a tirarme bolitas de papel y gomas durante las clases el resto del día.

Nunca sentí apoyo de ninguna persona a excepción de unas amigas mías porque mis profesores y mi familia, como mucho, me decían que los ignorara pero yo aún intentándolo, lo juro, no siempre podía.

Siempre estuve falta de apoyo respecto a ese tema y finalmente pocas veces me atrevía a contestarles.

En esos momentos yo tenía novio, el cual iba a mi clase y con el que nunca sacamos el tema hasta que un día me preguntó si era verdad lo que decían de mi orientación Pansexual y yo se lo afirme (con bastante miedo de su reacción).  Acto seguido me dijo »Yo no salgo con bolleras» y me dejó.

Recuerdo que llore y que me culpaba a mi misma por haber nacido así. Muchas veces me sentí una vergüenza y deseé haber nacido hetero. Nunca hubo una agresión física hacia mí pero en ese año el solo hecho de imaginarme ir a clase con esas personas me mataba de nervios y ansiedad. Recuerdo cómo me hacía la enferma para no ir a clase. Empecé a desarrollar ansiedad social que aún sufro, también perdí mucho peso en ese tiempo. Me aislé en mi cuarto porque mi familia jamás me dio ningún apoyo frente a este tema, ¡nunca se hablaba de eso en casa! Era como si fuera un tema tabú y me dolía no poder ser como yo realmente era con nadie.

testimonio-1-2Estuve mucho tiempo intentando alejarme del tema LGTB+ e incluso conseguí que se dejara de hablar, no contestando a las provocaciones, ignorando los insultos, callando…. El curso siguiente, aunque parecía haberse olvidado este acoso hacia mi persona, a excepción de algún comentario suelto que siempre había, llegó un rallo de luz. Durante ese curso conocí un maestro gay visible que me dio mucho apoyo y además también conocí una asociación de estudiantes aragoneses donde se apoyaba mucho a los colectivos LGTB+, feministas, etc… Me hicieron sentirme libre después de tanto tiempo sintiéndome vivir en una cárcel permanente. Gracias a esa asociación conocí a mucha gente, entre ellas a mi novia, con la que actualmente sigo.

A finales de este curso me empoderé, conocí el activismo LGTB+ e hice muchos trabajos relacionados, e incluso me atreví a ir a la manifestación del orgullo, aunque todo estuviese en mi contra.

Este año me cambio de instituto con la esperanza que en el nuevo instituto no se me juzgue igual y me dejen amar tranquila a quien mi corazón elija.

Deli tiene 16 años, es activista del Grupo de Adolescentes de SOMOS y una luchadora nata que, con muchísima generosidad, nos ha abierto su corazón para contarnos su testimonio en este inicio de curso, en el que SOMOS aboga por una “Vuelta a clase sin bullying”.

Vuelta al cole sin bullying es una campaña en la que los Grupos de Jóvenes y de Educación de la ONG recuerdan que además de disponer de un servicio de información y asesoramiento a jóvenes LGTB+, SOMOS interviene en los centros educativos con programas de formación, sensibilidad y visibilidad. Charlas e intervenciones dirigidas a jóvenes y adolescentes, al profesorado y a las familias. Además, SOMOS cuenta con el Grupo de jóvenes, un equipo humano formado por chavalas y chavales de entre 20 y 30 años donde la socialización, las camapañas identitarias, la participación en sociedad y la incidencia política son fundamentales.  

Si tienes interés en conocer estos programas, la ONG facilita el correo electrónico de contacto educacion.somos@felgtb.org y si quieres participar como en el Grupo Joven o dar información sobre el mismo a gente joven puedes dirigirte a somos.grupojovenes@gmail.com

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