Nos revelamos en Stonewall contra el orden establecido, le ganamos la batalla médica al sida, peleamos en las calles por nuestro derecho al matrimonio y, aunque no logramos sacar adelante la Ley trans que necesitábamos, conseguimos muchos avances con la 3/2007.
Nos hemos repuesto al rechazo de nuestras familias y hemos creado formas de familias nuevas y ricas; hemos reinventado las formas de relacionarnos, desde la sororidad; nos hemos enfrentado al discurso de quienes nos dijeron que teníamos una enfermedad y estamos frente a las TERF que nos niegan nuestra identidad. Hemos plantado cara al acoso, a la burla y nos hemos reapropiado del insulto; nos hemos reinventado para hacer frente a la discriminación laboral y hemos cruzado fronteras en busca de una vida en libertad. Estamos frente a los vientres de alquiler y en Aragón, porque trabajamos unidas, sacamos adelante la ley trans aragonesa y también vimos nacer la horrible 18/2018.
Esta crisis sanitaria, económica, social y de sistema ha maximizado problemas previamente existentes, agravando situaciones discriminatorias que si antes del confinamiento ya eran preocupantes, ahora son intolerables.
Como una inmensa parte de la sociedad en todo el mundo, hemos superado pérdidas de seres queridos y de empleos, pero como lesbianas, gais, trans, bisexuales e intersex también hemos sufrido una pérdida importante de derechos e incluso de dignidad. Las personas LGTBI sabemos mucho de resiliencia y por eso seguimos aquí desde hace ya diez años.
En 2020 SOMOS conmemora sus diez años de vida como sabe hacerlo: reivindicando desde la libertad que nos produce ser una entidad independiente. En un día de Orgullo, SOMOS también quiere reivindicar el papel de las organizaciones LGTBI que han estado y están a pie de calle en los momentos más duros de los últimos años, evitando con hechos y no sólo con palabras que la brecha de la desigualdad se siga ampliando.
Saldremos juntas de esta y lo haremos desde la valentía, en los despachos y en las calles, desde la acción política y la intervención social y con un inequívoco compromiso activista.
Los ninguneos del Gobierno de Aragón a la implementación de las leyes aragonesas trans y LGTBI. Sin voluntad política, sin personal técnico cualificado y sin escuchar a los colectivos estas leyes no van a poder desarrollarse. Por mucho que se aprobaran por unanimidad en las Cortes de Aragón.
Denunciamos la situación en la que se encuentran las víctimas de violencia intragénero, las personas LGTBI más jóvenes que han convivido con familias que no respetan su identidad de género o su orientación sexual y han sufrido violencias terribles en este período de crisis, la situación de muchas personas migrantes que siguen siendo excluidas sistemáticamente del sistema, más aún si se encuentran en situación administrativa irregular o si son solicitantes de asilo, la realidad de las mujeres trans trabajadoras del sexo y de los hombres trabajadores del sexo, que ni siquiera forman parte del imaginario colectivo y su situación es de vulnerabilidad extrema.
Denunciamos la incapacidad manifiesta de llevar a cabo acciones políticas de alcance real por parte del Gobierno Aragón y nos mostramos preocupadas y vigilantes por cómo el discurso tránsfobo está impregnando el Consejo de Ministras y Ministros cuando estamos en una legislatura donde, por fin, una única ley estatal puede solucionar problemas estructurales que están enquistados en nuestro sistema.
Actuaremos como salimos a las calles en el 50º Aniversario de las revueltas de Stonewall, sin vergüenza, sin miedos, sin estigmas, con sororidad y desde el feminismo. Actuaremos frente a la misoginia, el racismo, el clasismo, la LGTBIfobia, la serofobia y el machismo con contundencia.
El orgullo es una herramienta, y en SOMOS lo tenemos claro: el orgullo LGTBI no es un fin en sí mismo. Somos resilientes y nos reinventaremos como venimos haciendo durante toda la historia de discriminación que venimos sufriendo, amoldándonos a la realidad. Y nos reinventaremos porque ya lo estamos haciendo.
Es nuestro aniversario y durante el confinamiento SOMOS ha seguido en la calle, estando donde tocaba estar en un momento concreto: en las calles y también en las redes. Atendiendo a las más vulnerables, a las que estaban solas, a las que no tenían recursos, a las olvidadas, con las mayores, las migrantes y las personas trans.
SOMOS se reinventa y reivindica con Orgullo, con nuestras plumas y martillos afilados, con sororidad, desde el feminismo inclusivo, del que no deja de lado a nadie, en el que cabemos todas, incluso aquellas que piensan que están por encima del bien y del mal y trabajaremos sin descanso para que las violencias, las discriminaciones, los incidentes y los delitos de odio dejen de existir.
Frente al odio y la incomprensión, la defensa sin excusa de los derechos humanos.
Este 28J es más necesario que nunca, no lo olvides. Feliz y muy reivindicativo Orgullo.