MANIFIESTO DE SOMOS PARA EL 28 J
Hoy es el día del orgullo LGTBI, el orgullo de lesbianas, gays, transexuales, bisexuales, intersexuales y queer, pero también es el día de todas aquellas personas que viven sus vidas fuera del cisheteropatriarcado. De las personas que, al margen de su orientación e identidad sexuales, quieren vivir sus vidas a su manera, dejando de lado los cánones de una sociedad perfecta que no existe, pero se resiste a reconocerlo.
Hoy se cumplen 47 años del primer orgullo. Orgullo que nació de la indignación, la marginalidad y la injusticia. Travestis, transexuales, latinas, negras, yonkis, putas… muchas fueron las personas que se alzaron contra un sistema que las despojaba de toda dignidad y libertad. Un golpe dado en un momento en el que los EEUU estaban sumidos en el caos de sus propias leyes, una época en la que los movimientos anti-segregacionistas pusieron en jaque a toda una sociedad.
Ahora vivimos tiempos difíciles en los que los valores más rancios y conservadores de la sociedad (el machismo, el racismo, la islamofobia, el odio a la diferencia, etc.) están volviendo a florecer, pero como a la mala hierba, debemos eliminarlos de raíz. Hemos estado demasiado tiempo maltratadas, y ahora que estamos avanzando en igualdad legal, que no social, no vamos a dar ni un paso atrás. Hoy día nuestra labor visibilizadora, formativa, sensibilizadora, normalizadora, asistencial, orientadora, controladora de derechos y garantías sigue siendo necesaria.
Cuando hablamos de Orgullo somos víctimas de un circo mediático al que parece que sólo le interesa vernos festejando por las conquistas que nosotras y nuestras antecesoras consiguieron. Pero el orgullo es mucho más, la palabra ya lo dice todo. Orgullo es alzar la cabeza sobre todos los insultos, vejaciones, violencia, marginación e injusticias que hemos sufrido y que, por desgracia, muchas de nosotras seguimos sufriendo a diario; orgullo es salir a la calle a gritar con la cabeza bien alta que estamos aquí, que no nos vamos a ir, y que vamos a pelear todo lo que haga falta para seguir estando.
Orgullo es ser diferente. No nos engañemos, comportarnos como se espera que debemos comportarnos no es ni diversidad, ni libertad. Se están llenando los noticiaros con mensajes de personas del mundo de la política tanto nacional como internacional que hablan de los peligros del multiculturalismo, de mezclar sociedades, y nosotras podemos ser las siguientes Los discursos radicales, los mensajes de odio a la diferencia y a la multiculturalidad, están siendo cada vez más populares ante la pasividad de una izquierda que está perdiendo el rumbo en toda Europa. Los valores y principios de libertad, dignidad, respeto y universalidad no pueden perderse. No podemos tratar de libertinaje conductas y personas que sólo hacen gala de libertad. Lo sentimos queridas, pero vuestros dogmas no nos valen.
Es importante que dejemos claro que la diferencia es nuestra seña de identidad, y que nuestros cuerpos, todos distintos, todos bonitos pero no todos libres, son nuestras armas. Nuestros cuerpos están rompiendo las normas de la élite cisheteropatriarcal, nuestros derechos exigen que nos despatologicéis, porque no estamos enfermas ni enfermos, y lo exigimos desde ya. Una sociedad que se dice libre, democrática e igualitaria no puede tratar de manera diferente a nadie: ¡despatologización de las identidades trans, ya!
No queremos vivir siendo esclavas de dogmas que nos condenan, de leyes que nos olvidan, de ciudadanas y ciudadanos que nos matan, de instituciones que miran hacia otro lado cuando todo esto sucede y de sociedades que callan.
Hoy salimos a la calle furiosas y travestidas, con el duelo por las recientes matanzas en Veracruz y Orlando, por la situación extrema de la comunidad LGTBI+ en África, en los países sometidos por ISIS, por la realidad de los países del Este, en concreto en Rusia y por tantas y tantas situaciones olvidadas, silencias, obviadas y permitidas.
La educación es la base para que estos hechos no se vuelvan a repetir. Exigimos un pacto de estado para que se hable de diversidad afectivo-sexual en las aulas y que se de a conocer la realidad de las personas LGTBIQ tanto en España como en la comunidad internacional, tanto la realidad de ahora como la historia de nuestro colectivo.
Hoy desde SOMOS, con la pluma por bandera, los tacones como penitencia y la ausencia de nuestras compañeras asesinadas como acicate; exigimos que se nos respete, que todo intento por injuriarnos por ser lo que somos sea castigado, que la sociedad asuma de una vez que aquí estamos, que no nos vamos a callar, vamos a limpiarnos las heridas y si vamos a tocar el suelo porque nos han apaleado, lo vamos a hacer con la cabeza bien alta y vamos a levantarnos para mirar a los ojos a quienes nos agreden para decirles “no tenemos más miedo”. Vamos a luchar hasta que se nos trate como a iguales y lo vamos a hacer con orgullo.
Vamos a decirle a la gente que tener VIH no es motivo para apartarnos, que no somos peligrosas, que las peligrosas son ellas porque nos discriminan. Nos quieren dejar fuera de los seguros de vida, de las hipotecas, del ejército y de muchos otros sitios por el simple motivo de su ignorancia, y no lo vamos a tolerar.
Hoy más que nunca somos tortilleras, maricones, travelos, bi-viciosas, heterusas, sidosas y orgullosas. Hoy somos todo lo que nos gritan por la calle, todas esas palabras que nos pertenecen como colectivo y que vamos a robar a quienes nos discriminan para dejarlas calladas. Porque sus insultos nos hacen más fuertes.
Hoy más que nunca saldremos a las calles para decir que exigimos un pacto educativo que introduzca la diversidad afectivo-sexual y la salud sexual como valor así como para exigir un pacto de estado contra el VIH, el estigma y la discriminación.
Hoy más que nunca saldremos a las calles para exigir que se despatologice la transexualidad y se promuevan leyes de igualdad social y no discriminación para la comunidad trans y de igualdad para el colectivo LGTBI.
Hoy más que nunca, nuestros cuerpos serán libres, hoy más que nunca, nuestros derechos serán clamados.