El silencio de la víctima es el gran problema a la hora de detectar el acoso en las aulas. En el caso de las y los menores LGTB esta dificultad se ve agudizada por los siguientes motivos:
1.-El estigma que supone para la alumna o el alumno manifestar una orientación sexual y/o de género en su centro educativo.
2.- El contagio del estigma recae no solo sobre las alumnas y los alumnos LGTB sino sobre aquéllas y aquéllos que las/os apoyan.
3.- La vergüenza de las y los menores LGTB a la hora de manifestar en público su orientación sexual y/o de género por miedo al rechazo y al acoso